Entendiendo a los “Nuevos Gigantes” del Mercado: Los Fondos Indizados

Entendiendo a los “Nuevos Gigantes” del Mercado: Los Fondos Indizados

En el último medio siglo, los mercados financieros han sido testigos de un aumento progresivo de la delegación de la gestión de activos y, especialmente en la última década, esta delegación de activos se ha visto marcada por un incremento de la gestión pasiva. En la nota de esta semana, como en la de la siguiente, estaremos conversando sobre los fondos indizados, recientemente catalogados como los “nuevos gigantes” de los mercados financieros, y las consecuencias que este crecimiento desproporcionado puede traer en la estabilidad de las finanzas globales.

Historia y crecimiento de los Fondos Indizados

Desde el estallido de la crisis financiera, tanto los inversores privados como los institucionales han desplazado masivamente el capital de los fondos gestionados activamente a los fondos gestionados de forma pasiva. Entre los mecanismos que han encabezado el crecimiento de la inversión pasiva, destacan los fondos indizados. Y si bien la inversión en índices existe desde hace más de 40 años, gran parte de la bibliografía sobre la relación entre la inversión en índices, su contribución a la eficiencia del mercado y otras características de la gestión es relativamente reciente.

Los fondos indizados, de forma estructural, son un tipo especial de fondo de inversión. De manera general, los fondos de inversión reúnen los activos de distintas personas y entidades e invierten esos activos en una cartera de valores. Entre los tipos de fondos de inversión, destacan primeramente los fondos gestionados activamente, que compran y venden instrumentos de inversión de acuerdo con sus opiniones sobre si esos títulos están infravalorados o sobrevalorados y, por otro lado, están los fondos gestionados pasivamente, entre los cuales destacan los fondos indizados, que invierten en carteras que intentan seguir el rendimiento de determinados índices de referencia.

Un fondo indizado es exactamente lo que su nombre implica. Es un fondo que mantiene los valores incluidos en un determinado índice con las mismas proporciones relativas. Por lo tanto, las acciones del fondo indizado se mueven casi exactamente como el índice se mueve. Hay un gran número de índices de acciones ampliamente conocido, como el S&P 500 o el Dow Jones Industrial Average. Además, hay índices enfocados en industrias particulares, en determinadas zonas geográficas y en una variedad de otras agrupaciones especializadas.

Los fondos indizados son estructuras cuyos instrumentos de inversión no se eligen en función de su rendimiento, sino que se seleccionan y ponderan automáticamente para que coincidan con un índice u otro subconjunto del mercado. Aunque los gestores de estos fondos pasivos pueden ejercer inicialmente cierto juicio en la creación del fondo determinando cómo hacer el seguimiento del índice, las decisiones comerciales del fondo están en gran medida automatizadas.

Características de los Fondos Indizados

Las características inherentes de la inversión en fondos indizados son las bajas comisiones que cobran en comparación con las comisiones que cobran los fondos gestionados activamente. Una combinación de fuerzas ha impulsado el crecimiento de este mecanismo de inversión, incluida una mayor conciencia de su propuesta de valor y los cambios en el modelo de corretaje que ponen más énfasis en la asignación de activos utilizando bloques de construcción de bajo costo.

En los últimos años, el crecimiento de los fondos indizados ha sido espectacular, tanto que la migración masiva de recursos de los fondos activos a los pasivos ha originado que, a mediados de 2019, los activos bajo gestión de los fondos indizados superen al de los fondos activos. Por lo tanto, es posible afirmar que hemos entrado en la era de la “gestión pasiva”. Y es que la magnitud del cambio ha sido tal, que los Fondos Indizados han aumentado en más de ocho veces en las últimas dos décadas su participación en el total de activos invertidos en fondos mutuos, pasando del 4% en 1995 al 34% en 2015.

Se prevé que el crecimiento de la inversión pasiva continúe. Y aunque la medida en que los fondos indizados seguirán creciendo sigue sin estar clara, algunas estimaciones predicen que para 2024 tendrán más del 50% del mercado. Además, los fondos de gestión activa, en promedio, han seguido teniendo un rendimiento inferior al de los índices del mercado, lo que hace que los fondos pasivos parezcan especialmente atractivos. Conjuntamente, como se espera que las tasas de crecimiento económico mundial sigan siendo bajas, es probable que los fondos pasivos sigan teniendo una ventaja competitiva en la industria.

Patrocinadores de Fondos Indizados

Es importante distinguir los intereses del propio fondo de aquellos de su patrocinador. Los patrocinadores, con la excepción de Vanguard, son típicamente empresas públicas como BlackRock o empresas privadas, como Fidelity. En cualquiera de los casos, los honorarios cobrados por el fondo, menos los costos de operación generan un beneficio para los accionistas del patrocinador. El objetivo del patrocinador, es maximizar este beneficio.

Asimismo, los fondos cobran a sus inversores una cuota anual o una relación de gastos que es calculado como un porcentaje de los activos que administra un fondo en concreto. Estas relaciones varían sustancialmente dentro de la industria e incluso dentro de un único patrocinador de fondos de inversión. Las ofertas de los patrocinadores de los fondos difieren sustancialmente, pero normalmente incluyen una mezcla de fondos pasivos y fondos activos. Algunos patrocinadores como Vanguard se especializan en fondos gestionados pasivamente; otros, como Fidelity y T. Rowe Price, se centran más en la gestión activa.

Principales Administradoras de Fondos

En la última década, los inversionistas institucionales han reemplazado a los individuales como principales accionistas de las empresas de oferta pública. De sólo el 6% del total de acciones en circulación en 1950, han pasado a controlar más del 70% del capital social en los últimos años. Como resultado de las importantes economías de escala, un número relativamente pequeño de empresas muy grandes de gestión de activos domina hoy en día el sector.

Particularmente, en la industria de la gestión pasiva, el poder se encuentra distribuido entre 3 grandes administradoras, a menudo conocidas como las “Tres Grandes«: BlackRock, State Street Corporation y el grupo Vanguard. Durante la última década, más del 80% de todos los activos que han fluido hacia los fondos de inversión han ido a las “Tres Grandes”, y la proporción del total de los fondos ha venido aumentando progresivamente.

Cuando se combinan, BlackRock, Vanguard y State Street constituyen el mayor accionista individual de al menos el 40% de todas las empresas públicas de Estados Unidos. Asimismo, constituyen el mayor propietario de casi el 90% de las empresas públicas en el S&P 500, frente al 25% que poseían en el año 2000. La fracción de las empresas públicas de los Estados Unidos en manos de inversores institucionales que poseen simultáneamente grandes bloques de otras empresas de la misma industria aumentó de menos del 10% en 1980 a alrededor del 60% en 2010.

De hecho, el paso a los fondos indizados a través de las “Tres Grandes” se ha acelerado en los últimos años. Durante los cinco años de 2009 a 2013, las “Tres Grandes” atrajeron 892.000 millones de dólares en activos, lo que supuso el 45% de las entradas totales de activos a los fondos de inversión durante ese período. Por lo tanto, durante este período, las “Tres Grandes” atrajeron cerca de la misma cantidad de activos que todos los demás administradores de inversiones combinados. Posteriormente, en los cinco años siguientes, de 2014 a 2018, las “Tres Grandes” atrajeron 2.139 mil millones de dólares en entradas, más del doble que en los cinco años anteriores y con una proporción mucho más significativa que el resto de fondos existentes.

Asimismo, aunado al crecimiento exponencial que han tenido los activos bajo gestión en estas grandes administradoras, se mantiene que las “Tres Grandes” votan colectivamente en alrededor del 25% de las acciones de todas las empresas del S&P 500 y que cada una ocupa además una posición del 5% o más en un gran número de empresas de oferta pública. Tomando en consideración el crecimiento en los últimos años, la importancia de BlackRock, Vanguard y State Street es tal, que juntas constituyen el mayor propietario en 438 de las 500 corporaciones estadounidenses más importantes.

Ventajas de los Fondos Indizados

Como hemos mencionado, los fondos de inversión pueden ser administrados de manera activa o pasiva. El administrador de un fondo administrado activamente compra y vende instrumentos de inversión con el objetivo de «batir al mercado«, lo que se mide por un índice de referencia en particular, como por ejemplo el S&P 500. Sin embargo, existe el riesgo de que el gestor tome decisiones equivocadas y obtenga un rendimiento inferior al de su referencia (la mayoría de los fondos gestionados activamente quedan rezagados con respecto a su índice, especialmente durante periodos de tiempo prolongados). En cambio, quien gestiona de manera pasiva, sólo trata de comprar y mantener valores que representan al índice dado, con el fin de igualar el rendimiento del índice, no de superarlo.

De la misma forma, los bajos costos de los fondos indizados son una característica innata de su gestión. Cuando los administradores no dedican tiempo y dinero a investigar acciones y/o bonos para comprar y vender en la cartera, los costos de administración del fondo son mucho menores que los de los fondos administrados activamente. Estos ahorros de costos se transmiten entonces al inversor, ya que los gastos más bajos significan que más dinero está trabajando para él, lo que proporciona un potencial para superar el rendimiento de los fondos gestionados activamente.

Asimismo, las ventajas fiscales de los fondos indizados son superiores. Dado que los fondos indizados se gestionan de forma pasiva, suelen tener una rotación muy baja, lo que significa que hay pocas operaciones realizadas por los gestores durante un año determinado. Si los administradores de fondos realizan menos operaciones, generan menos distribuciones de ganancias de capital que se transmiten a los accionistas. 

Finalmente, la diversificación que ofrecen estos índices suele ser una gran ventaja. Un inversor puede captar los rendimientos de un importante segmento del mercado en un fondo indizado, ya que estos suelen invertir en cientos o incluso miles de participaciones, mientras que los fondos gestionados activamente a veces invierten en menos de 50 posiciones. Por lo general, los fondos con mayores cantidades de activos en su administración tienen un riesgo de mercado relativo menor que los que tienen menos posiciones en cartera; y los fondos indizados suelen ofrecer exposición a más valores que sus contrapartes de gestión activa.

Desventajas de los Fondos Indizados

Con respecto a las principales desventajas de los fondos indizados, destaca que, por su propia naturaleza, deben mantener tanto a las buenas como a las malas compañías en sus carteras. No tienen la opción de salida y por lo tanto carecen de la capacidad de los fondos activos de generar rendimiento a través de las opciones de inversión. Asimismo, los inversores pasivos tampoco tienen la información específica de la empresa o los conocimientos técnicos necesarios para abordar temas operacionales.

Por otra parte, entre las principales desventajas de los fondos indizados, destaca la baja flexibilidad. Dado que los fondos indizados se gestionan de manera pasiva, el gestor del fondo no puede comprar y vender valores a su discreción para reaccionar a las condiciones adversas del mercado. Además, los errores de seguimiento son comunes. Si un fondo indizado no realiza un seguimiento preciso de su índice de referencia, el rendimiento para el inversor será diferente que el esperado inicialmente. Al mismo tiempo, debido a las comisiones y gastos, un fondo índice puede tener un rendimiento inferior al de su índice de referencia. Por lo general, el fondo con los menores índices de gastos puede acumular más renta. Igualmente, y a pesar de que el mercado ha demostrado ser una gran inversión a largo plazo, ha tenido su justa cuota de retrocesos. Invertir en un fondo indizado, como el que sigue al S&P 500, ofrecerá ventajas cuando el mercado va bien, pero también está expuesto a las bajas.

Los inversores con una fuerte exposición a los fondos de índices de acciones pueden optar por cubrir su exposición al índice mediante la venta al descubierto de los contratos de futuros del índice en cuestión, por ejemplo, el S&P 500, o comprando una opción de venta contra el índice, pero debido a que estos se mueven en la dirección exactamente opuesta el uno del otro, su utilización conjunta podría frustrar el propósito de la inversión (es una estrategia de equilibrio).

En la mayoría de los casos, la cobertura es sólo una solución temporal. La inversión en índices no permite un comportamiento ventajoso en muchas ocasiones. Si una acción se sobrevalora, en realidad comienza a tener más peso en el índice. Desafortunadamente, esto es justo cuando los inversionistas astutos querrían reducir la exposición de sus portafolios a esa acción. Así que incluso cuando se tiene una idea clara de un título que está sobrevalorado o infravalorado, si se invierte únicamente a través de un índice, no se podrá actuar con base en ese conocimiento.

Pensamientos finales:

Con la entrega de la primera parte de esta nota, espero que puedan tener una mejor perspectiva sobre el cambio de paradigma que ha ocurrido en los mercados financieros en la última década. Esto, es incluso mucho más importante, si tomamos en consideración que es posible que -de acuerdo con diversas estimaciones- el crecimiento de los fondos indizados y su influencia en los mercados, está lejos de detenerse en el corto plazo.

En la entrega de la próxima semana, estaremos conversando sobre las consecuencias que pueden acarrearse con la aparición de estos “nuevos gigantes” en los mercados, en donde el mayor miedo que destaca es el cumplimiento del gobierno corporativo de las empresas de oferta pública, y las repercusiones que esto pueda generar en la estabilidad de los mercados financieros globales.

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